domingo, 15 de marzo de 2015

 

LA SALA DE LOS TRIUNFO DE LA CASA DEL DEAN

Este espacio fue la recámara del deán don Tomás de la Plaza, y al contemplar en sus muros representaciones de Los Triunfos, obra en verso de Petrarca, la refinada cultura que poseía el sacerdote. 

Los Triunfos fueron escritos en tercetos endecasílabos y son una alegoría no sólo del amor de Petrarca por Laura, sino también de la condición humana. A grandes rasgos, el poema muestra el triunfo del Amor sobre los hombres, pero es vencido por la Muerte, sobre quien triunfa la Fama, derrotada a su vez por el Tiempo, el cual cede ante la Divinidad. En las cuatro paredes de la sala se recrean plásticamente estas ideas del poema como un hecho más para reflexionar que para simple diversión.

Al igual que en la sala de La Sibilina, en la de Los Triunfos encontramos todas las escenas enmarcadas con elegantes frisos colmados con animales, motivos vegetales, rostros de mujer, faunos infantiles y niños con alas. En ambas habitaciones los murales fueron pintados con la técnica al temple por diestros artistas anónimos.


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